Existe un gran descontento entre varios concejales de Itagüí que esperaban ser reelegidos o ganar un puesto en el concejo en cuerpo ajeno. Se mostraban seguros de tener un excelente trabajo social y un gran respaldo de personas influyentes, lo que, según ellos, les daría un resultado electoral positivo.
Sin embargo, muchos no tuvieron presente un factor conocido por la ciudadanía: la influencia de Trujillo en la última semana antes de las elecciones. Éste llama en secreto a los mejores líderes de los candidatos que no desean que ganen y los direcciona hacia los candidatos que prefiere, los mal llamados “mansos, dóciles y obedientes”. Además, premia a los que tiempo atrás fueron sus rivales, pero se doblegaron ante él, como en el caso de Bayron Caro y Shirley Ortiz (hija de Eloissa Ossa, una de las denunciantes de las 21 investigaciones contra Trujillo).
Por más decir, algunos de los candidatos que confiaron en Trujillo y resultaron quemados en estas elecciones fueron: Elizabeth Carvajal (respaldada por Carlos Gutiérrez), Juan Fernando Zapata, Gabriel Noreña (apoyado por Andrés Caro), Sulma Ocampo, Bernardo Duarte, Conrado Usquiano (respaldado por Nidia Osorio), Alexander Arteaga, María Elena Ramírez (hermana de Osval Ramírez), Antonio Colorado (respaldado por Gerson Colorado), Catalina Rendón (candidata de José Fernando Escobar), Wilson Saldarriaga y otros más.
A pesar de todo, algunos aún mantienen la esperanza de que las cosas cambiarán y que recibirán recompensas con puestos y cuotas burocráticas, algo que se podría considerar como ingenuidad, ya que no habrá espacio para todos.