Pareciera ser que no hay denuncia que valga ni investigación que emprenda un ente de control sobre las presiones que sufren los contratistas del Instituto de Cultura, Recreación y Deportes de Itagüí para apoyar al candidato Trujillo a la alcaldía.
“En el instituto nos sentimos secuestrados. El mes pasado terminó un contrato y sacaron bastante gente, entonces ya a uno le da miedo”, dijo uno de los contratistas.
Ante esta situación, los contratistas tienen claro que aunque asisten a estos eventos por obligación, no tienen la intención de votar por el candidato del oficialismo. En cambio, apoyarán al único candidato que tiene posibilidades reales de vencer a Trujillo.