Hace unos días, el alcalde de Itagüí José Fernando Escobar, indicó que las obras abandonadas en el municipio son culpa de los contratistas, y que él no tiene responsabilidad en ello.
Como ejemplo, mencionó la obra del corredor metropolitano en Itagüí (carrera 52), que actualmente se encuentra suspendida, con un avance de solo el 20%, cuando debió entregarse en su totalidad el pasado mes de junio. José Fernando Escobar afirmó que los retrasos en esta obra son culpa del contratista, pero olvidó mencionar que ADELI, la empresa contratante, tiene la opción de seleccionar a dedo a los contratistas, beneficiando presuntamente a empresas cercanas a su jefe, el senador Trujillo.
Además, el alcalde tiene responsabilidad, ya que si el contratista abandona la obra, él debe dar la orden de aplicar las pólizas de seguros para proteger el dinero de la obra que está en riesgo, cosa que no hizo.
En conclusión, el alcalde Escobar miente al afirmar que no es culpable de que sus obras estén abandonadas y presenten retrasos de hasta más de 12 meses.